martes, 28 de diciembre de 2010

21.

Al llegar al comedor Sarah se da cuenta de que es más grande de lo que pensaba, las paredes están echas de algún material transparente y se puede ver una gigantesca mesa rectangular en el centro de la sala y otras seis más pequeñas alrededor de la más grande. En el centro de las mesas hay múltiples fuentes de comida y bebida, todas con una pinta excelente. Pero ella tiene el estómago algo revuelto y no se percata de la comida, sino de las extrañas personas que charlan alegremente mientras se dirigen a la puerta del comedor, y cuando entran en la sala se hace el silencio absoluto.
A Criss toda esa gente le hacen recordar a los carnavales terrestres, por los muchos coloridos de pieles, cabellos, ojos. Criss se fija en una chica de una raza que no había nunca antes, la chica tiene unas grandes alas blancas en su espalda y unos enormes ojos rojizos que destacan en su cara fina con una nariz diminuta y unos gruesos labios rosas. Una hile, la raza aérea de Eldun, parecidos a los humanos quitando la piel muy morena, casi marrón oscura y las grandes alas. Criss distingue a cuatro o cinco hiles más, todos parecidos y distintos entre sí, con las alas y la piel distintas, unas más oscuras y otras más claras, pero todos con los mismos grandes ojos rojos. El pelo de todos las hiles es largo, acabando en una larga trenza justo donde acaban sus alas, en hombres y en mujeres. Otra raza que Criss no había visto nunca antes eran las sirenas, distinguió a tres de estos extraños seres por el camino por el que los guiaba Seelie, dos mujeres de piel dorada, una con el cabello rizado de un rojo brillante y la otra con el cabello liso y azul oscuro. Y un hombre de piel de un dorado pálido y cabello rojo y lacio, los tres con unos grandes y acuáticos ojos azules, sin pupilas, y los palmeados pies al aire. También había zoras, gran cantidad de ellos, todos con la piel blanca como el mármol y muy altos, de pupilas alargadas y unos preciosos ojos verdes o azules, aunque Criss se atrevió a mirar a una preciosa mujer zora con los ojos negros como la noche, producto del hambre, que le devolvió una sonrisa plagada de dientes afilados, ¨nota para mí¨- se dijo Criss- ¨nunca beses a una zora¨. Pero eso sí, las más bellas eran las hadas, que se movían con una gracilidad infinita que hacía tambalearse a su alrededor sus ligeros vestidos. También había mestizos, pero lo que más, humanos.
Seelie se giró hacia los demás, que charlaban animadamente, excepto Criss, que se había quedado embobado con toda la multitud.
- Bien, ahora silencio por favor, poneos en fila detrás de mí- les dice Seelie-.
Criss se coloca detrás de ella, seguido por Shey, Rue y Sarah.
Todos entran en el comedor, donde hay un silencio sepulcral y está todo el mundo detrás de sus sillas.
Seelie da un rodeo a la mesa grande y se para al llegar a unas tres sillas, ocupadas por sus propietarios, situadas a la derecha del extremo de la mesa. Seelie se para al lado de una mujer hile e indica a Criss una asiento a su lado, y los demás se paran también.
Casi todas las sillas tienen detrás a su propietario, la sala se termina de llenar en poco tiempo y acto seguido entra Nélian, con un largo vestido verde y el cabello recogido en una cola de caballo. Se coloca detrás de su silla y hace un amplio gesto con sus manos, exactamente el mismo que hizo Seelie. Todos se sientan, Criss se sienta a la derecha de Seelie y a la izquierda de Sarah, que a su vez tiene a Shey al otro lado, y después Rue, que a su lado tiene a una joven chica zora, de unos quince años como mucho, que tiene los ojos negros como la noche y nada más sentarse se llena su vaso de uno de los grandes cuencos donde pone escrita la palabra ¨sangre¨ en letra grande y abajo el nombre del animal del que proviene. Rue se la queda mirando con los ojos muy abiertos y la chica zora se da cuenta y la mira a ella, con los ojos esta vez de un azul oscuro.
-Lo siento, es que no he podido venir a la comida y tenía hambre. ¿Eres nueva por aquí? No te he visto nunca-.
- Pues…, Sí, soy nueva, soy maga, del grupo de los que trajeron la piedra de Thalis. – le contesta Rue sonriendo-.
- ¡Ah! Nunca pensé que llegaría a conocer a ninguno de vosotros, sois ¨famosos¨ aquí. Me llamo Mara, también soy maga-. Le dice Mara a Rue tendiéndole la mano-.
Rue se la estrecha y le sonríe a su vez, percatándose de lo fría y dura que es la piel de la zora.
- Yo soy Rue-.
Mara le vuelve a sonreir y se gira a hablar con la persona que tiene a su otro lado. Rue comienza a servirse comida en el plato y mira a Shey, que está hablando con Sarah.
- Sarah, en serio, intenta no pensar en eso- le dice, mirándola a la cara, pero Sarah mira hacia otro lado- no merece la pena, Sarah, ¿Por qué no piensas en que estas aquí, con nosotros, en Eldun, para divertirte?
Sarah se vuelve hacia Shey.
-¿Para divertirme?, Shey, nos vamos a meter en una guerra. No se que diversión ves tú.

jueves, 16 de diciembre de 2010

20.

- Adelante- dice Sarah, Seelie entra por la puerta- Ah, hola, ya estoy lista, me falta acabar de peinarme-.
- Un bonito vestido- dice admirando el vestido marrón de Sarah, adornado con bordados dorados. Sin mangas y entallado en la cintura-.
- Sí, pero no estoy segura de cómo he de peinarme- dice Srah enarcando una ceja y mirando el peinado de Seelie, que no parece muy elaborado, el pelo negro y liso suelto cayéndole en cascada por la espalda y una trenza gruesa adornada con pequeños hilos blancos en el lado derecho de la cabeza-.
- Puedes dejarlo suelto si quieres, lo llevas bien así.
- Vale pues entonces ya estoy.
- Bien, acompáñame vamos a avisar a los demás.
Sarah y Seelie salen de la habitación y tocan la puerta de la siguiente. Shey abre la puerta.
- Hola, Rue está peinándose, saldrá enseguida.
- Hola- dice Sarah riéndose- Caray que raro te veo con esas ropas-.
- Lo sé, me siento incómodo.
Shey se mira la camisa marrón oscuro larga hasta las rodillas, hecha de un grueso tejido y los pantalones largos negros y anchos, acompañados por unas extrañísimas sandalias que Shey había tardado un rato en averiguar como se metían en los pies.
- Pues vete acostumbrando, terrestre, si pensáis quedaos un tiempo aquí- dice Seelie sonriendo-.
- Tienes razón- dice Shey-.
En ese momento Rue sale de su habitación con el cabello corto cogido en una trenza y con un vestido naranja, también largo, cogido en la cintura y con muchos pliegues hasta llegar al suelo.
- ¡Qué guapa!- dice Sarah al verla-.
- Y tú, me he enamorado de este vestido en cuanto lo he visto, es bonito, ¿Verdad?
- Pues claro.
- Siento interrumpir pero tenemos que recoger a vuestro amigo e ir a cenar, aunque antes he de explicaos unas cuantas cosas- dice Seelie, dándose la vuelta y saliendo de la habitación, todos la siguen-.
Seelie toca la puerta y Criss sale del interior.
- ¿Es de su gusto, señorita?- le pregunta a Seelie irónicamente-.
- Sí, te queda bastante bien-contesta sin inmutarse- Vamos-.
Criss lleva una especie de mallas blancas muy ajustadas en las piernas y una camiseta del mismo tejido y color, sobre esto lleva una túnica verde que le llega hasta más arriba de las rodillas y un ancho cinturón de cuero marrón, acompañado por unas botas del mismo tejido.
- Bien, escuchad- dice Seelie mientras guía a los demás por el pasillo- Cuando entremos al comedor veréis a mucha gente, todos de distintas razas, algo nuevo para vosotros. Al entrar os situaréis detrás de vuestras sillas sin pronunciar palabra, yo os guiaré hasta ellas. No os sentéis. La reina entrará y hará un gesto así con los brazos- Seelie junta las manos a la altura del pecho y las abre describiendo un amplio semicírculo a la vez que inclina la cabeza- Una vez echo esto os podéis sentar, hablar con quién queráis y comer lo que queráis, ¿Entendido?
Todos menos Criss asienten cuando Seelie se gira hacia ellos.
-¿Y qué pasa si tengo que ir al baño?- dice Criss-.
- Criss, por favor- le dice Sarah-.
- Vuelve a tu habitación y ve al baño ahora- dice Seelie, sonriéndole amablemente- nosotros te esperamos aquí.
Criss niega con la cabeza y murmura algo por lo bajo, después sigue andando.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

19.

Keyla se sienta en un sillón de su habitación, agotada tras haber tenido que arrastrar el cuerpo de Krystal a través del palacio Rakseine a escondidas, ya que dentro del palacio no está permitido hacer magia, por motivos de seguridad. Hay un hechizo que rodea todo el palacio (sin extenderse por los jardines) que no permite el uso de la magia, todos los magos Rakseine colaboraron en el hechizo. Exceptuando, por supuesto, los hechizos de teletransporte a la Tierra, que sí que están permitidos.
Alguien toca a la puerta y Keyla se alegra de haber encerrado a Krystal en el vestidor, que para aquel entonces estaba muerta. Una vez inspeccionada la mente de la chica su cuerpo ya no servía de nada y Keyla no tenía la menor necesidad de tener que estar cuidando de la humana.
- ¿Sí?- dice Keyla con voz dulce-.
- ¿Keyla? ¿Puedo pasar?-.
Keyla reconoce la voz de su madre a través de la puerta, dura y fría, como la suya propia.
- Por supuesto, madre- dice levantándose del sillón-.
Dy- Ann, jefa de los Rakseine entra en la habitación de su hija y se sienta en uno se los sillones.
- Explícate, Keyla- dice con su habitual tono frío, poco típico de una hechicera humana.
- ¿Qué he de explicar?- dice Keyla, alzando la cabeza y mirando los grandes ojos negros de su madre-.
- ¿Por qué no empezar por la razón de por qué no has acabado con tu hermano? O, si lo prefieres, puedes contarme por qué le has hablado así a Gador.
- Gador no es mi padre…
- ¡Pero es tu jefe! Al igual que tu padre o yo. Tu padre no está en la fortaleza, se encuentra en Dekú liderando un ejército, ¿Lo sabes, no?- Keyla asiente- yo me encontraba ocupada en esos momentos, y le pedí a Gador que hiciese el favor de hablar contigo. Y cuando viene, me dice que una ñiña ha osado a hablarle de esa manera. ¿! Aún dudas que es lo que has de explicar!?

- No lo dudo, madre, pero…

- ¿Pero? Keyla te crees más de lo que eres, no lo olvides. Y la razón por la que Kesh está aún vivo y coleando es…

- La médium iba con él, y ambos son poderosos, prefiero esperar a que se presente la oportunidad de matarlo cuando esté desprevenido y tenga yo todas las posibilidades de ganar. Ese momento llegará pronto.

- Espero que sea verdad-.

Y con esto último, Dy-Ann, jefa de los Rakseine, sale de la habitación de Keyla, arrastrando tras de sí su larga túnica negra.




Justo tres cuartos de hora después Seelie dobla la esquina del pasillo vestida con un bonito y elaborado vestido blanco de mangas abombadas y escote cuadrado. Toca a la puerta de la habitación de la habitación 22, la más cercana. Nadie abre y vuelve a tocar más fuerte.
- ¿Sí?
- Ya han pasado tres cuartos de hora, vengo a recogeros para la cena.
- Pues…que espere la cena porque yo no estoy.
Seelie sonríe para su interior, ¨ para graciosillo él, graciosilla yo ¨ - piensa-, y abre la puerta de la habitación.
- EEEEEEEEHHHH-dice Criss- ¿Pero qué es esto? Te dije que no estaba preparado.
- Pues como no estabas preparado he venido a ayudarte, la cena es en quince minutos, y no se en tu planeta pero aquí se valora mucho la puntualidad, y si tu no la respetas yo te la haré respetar.
Mientras va hablando Seelie camina hasta un enorme armario y abre una de sus puertas, acto seguido comienza buscar prendas en su interior.
Criss se queda callado y la observa.
- ¿Qué miras?- le dice Seelie, colocando unos pantalones blancos y una camisa verde en la gran cama-.
- Nada, sé vestirme yo solo, ¿Sabes?
- Oh, no, esperaba vestirte yo, no te digo. Tan solo te estoy ayudando a elegir las prendas adecuadas. Toma- le dice a Criss poniendo el sus brazos un montón de prendas.- Coge lo que hay sobre la cama y pruébate lo que más te guste. En un minuto estoy aquí. Tanto si estas vestido como si no lo estás.
Seelie sale de la habitación y Criss repite su última frase con tono de burla y comienza a probarse esas extrañas ropas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

18.

Sarah coge una lanza de aproximadamente su altura forjada en plata y un par de cuchillos para meterlos en un cinturón.
Rue coge un arco también de plata con un carcaj de flechas a juego y un cuchillo kindjal.
Shey observa dos espadas, una de ella parece pesada, con la empuñadura forjada en oro, la otra es más larga, pero su hoja es fina como el papel.
Criss por su parte ha hecho un montón con todas las armas que se dispone a llevar, donde hay dos espadas, cuatro cuchillos kindjal y un gran hacha.
- Ahora me dices donde vas a meter todo eso, siento curiosidad- dice Seelie por detrás de Criss, haciendo que éste se sobresalte-.
- Pues los kindjal en un cinto, las espadas en la espalda y el hacha en la mano, no es tan complicado.
- No te vas a poder mover bien- le dice Seelie-.
- Oh si que podré, pienso lanzar el hacha y después pelear con las espadas.
- ¿Con las dos a la vez?- dice Seelie con una sonrisa burlona-.
- No, no se pelear con la derecha, soy zurdo.
- Ah.
- ¿Y tú que vas a coger?
- Un látigo y dos cuchillos de doble filo, son mis preferidos- dice a la vez que saca un cuchillo con una hoja muy afilada en cada dirección y un espacio forjado en plata en medio a modo de empuñadura.
- Eh, nunca había visto uno de estos antes.
- Bueno, siempre hay una primera vez.
Criss sonríe y Seelie se encoge de hombros y se acerca a Rue.
- ¿Un arco?
- Sí, es el único arma que sé usar con certeza.
- Eso está bien- dice asintiendo- Bien, si ya las tenéis podéis seguirme y os llevaré a vuestras habitaciones. ¿Las queréis individuales o preferís compartir?- dice dirigiéndose a todos-.
- Yo individual, por favor- dice Sarah-.
- Yo también- dice Criss-.
- Nosotros compartiremos una- dice Shey abrazando a Rue-.
- De acuerdo, seguidme.
Todos siguen a Seelie por una serie de pasillos y escaleras hasta que ésta se para ante dos guardias y pregunta:
- ¿Dónde puedo encontrar tres habitaciones libres?
- Hola, Seelie- dice uno de los guardias- En la segunda planta, pasillo derecho, las 22, 23 y 24.
- Perfecto, muchas gracias Maren.
- No hay de qué.
Seelie sigue por el pasillo derecho y lleva a los demás a las habitaciones del final de éste.
- Bien, estas tres están libres. Tenéis ropa en los vestidores, seguro que hay algo de vuestra talla. En tres cuartos de hora aproximadamente pasaré a recogeros a vuestras puertas, os espero limpios, peinados y arreglados. Hasta luego- dice, y se marcha andando rápidamente-.
- Pues nada, ahora ponte a arreglarte- dice Criss, que abre la primera puerta y se encierra en la habitación de un portazo-.
- Bueno, tan poco es tan malo- dice Rue-.
- No, pero Criss se tiene que quejar por vicio cuando le ordenas algo- dice Sarah encogiéndose de hombros y se encierra en la siguiente habitación-.
Rue y Shey quedan solos en el pasillo.
- A veces me cuesta entender por qué los dos no están saliendo. Son igual de cabezotas- dice Rue-.
- Lo sé, quizás es por eso, los polos iguales se repelen- Contesta Shey-.
- Puede, pero que sepas que me pido la ducha primero- dice Rue sonriendo-.
Shey le devuelve la sonrisa y los dos entran a la habitación.

lunes, 25 de octubre de 2010

17.

- Aquí tienes a un voluntario para la causa- dice Criss, sin pensárselo dos veces, algo que no extraña a nadie de la sala- ¿Y vosotros, qué decís?
- Que sean dos voluntarios- dice Seelie, decidida-.
- Criss- Dice Shey- Para un poco, nosotros también hemos venido aquí para ser portadores de malas noticias.
- Es cierto- Dice Nélian- Seelie siéntate, por favor, escuchémoslos a ellos.
- Si, señora- dice la chica sentándose.
- Bien- Comienza Sarah, y les cuenta todo, lo de Keyla y Kesh, sus Poderes…, todo lo que pudiese aportar una información importante. Rue y Criss la ayudaron a contarlo todo cuando ella se atasca en cosas como que Kesh la ha traicionado. Cuando hubieron terminado la primera en abrir la boca fue Seelie.
- ¡Qué hijo de puta!, ¡Me hace a mí eso alguien y le atravieso la cara de un guantazo!, ¡Pero qué…!
- Ya es suficiente Seelie, no hace falta que sueltes una sarta de blasfemias, todos pensamos lo mismo.
- Yo ya se lo avise…- dice Criss, incapaz de cerrar la boca cuando todo el mundo sabe que tiene razón-.
- ¡Lo sé!- dice Sarah- ¡Ya lo sé!
- Vale vale, relájate- dice Shey-. Es cierto que lo de Keyla es importante, pero creo que es más importante parar el ejército Rakseine por ahora.
- Sí, la verdad es que tienes razón- dice Sarah- Yo también me apunto, Nélian.
- Y yo- dice Rue-.
- Y yo también- dice Shey-.
- Bien, pues ya estamos todos.- Dice Criss, sonriente- ¿Cuándo saldremos?
- Mañana- dice Nélian- esta noche mandaré un mensaje a todas las islas buscando voluntarios, creedme, mañana habrá ejército. Os prepararé unas habitaciones para que podáis quedaos a dormir. La cena será dentro de una hora, mientras tanto Seelie os acompañará a la sala de armas para que podáis elegir las que queráis para mañana. Si me disculpáis yo voy a escribir los mensajes para las islas. Os espero dentro de una hora en el comedor principal.
- Muchas gracias señora, es muy amable.
Todos siguen a Seelie por unos pasillos hasta llegar a la sala de armas, que está llena de espadas y cuchillos de todo tipo. Criss corre hacia las espadas con Shey pisándole los talones, Rue se dirige hacia los innumerables arcos y flechas, y Sarah se queda parada.
- ¿Por qué tú no buscas un arma?- me dice Seelie en tono amable-.
- Porque no estoy segura de saber manejar ninguna.
- Seguro que hay unas que se te dan mejor que otras, ¿Qué tal una espada?
- No, no las sé utilizar, soy muy mala en el combate cuerpo a cuerpo con armas, prefiero adelantarme a los movimientos de la gente y luego atravesarlos con un cuchillo o algo parecido.
- ¿Y por qué no coges una lanza?- dice acercándose a una pared llena de lanzas, desde unas que parecían forjadas en oro y plata hasta un tosco palo con una simple piedra en la punta- no son muy pesadas y las puedes usar tanto en el combate cuerpo a cuerpo como desde lejos.
- Tienes razón, creo que cogeré una, gracias.
Seelie sonríe.
- No hay de qué.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

16-.

El palacio donde habita Nélian, reina de Eldun, es un edificio construido en el sur de isla Inita. Es una especie de casa gigante, imitando el estilo de las casas de isla Saish, toda rodeada de jardines. Con numerosas habitaciones para los empleados del palacio y los visitantes, ya que la reina de Eldun permite a aquellos que quieran permanecer unos días en su palacio para que vean el estilo de vida de allí, siempre que estos fuesen interrogados antes por un telépata. El palacio también recibe el nombre de ¨ la Torre ¨, nadie conoce el motivo excepto la reina, a quien si le preguntabas al respecto decía que era un secreto de la familia muy bien guardado.
Al poco tiempo Shey, Criss, Rue y Sarah entran en la sala de visitas de la Torre.
- Hola-dice Nélian, sonriéndoles a todos-.
- Buenas noches- dice Shey, acercándose a la reina y dándole un beso en la mano-.
- Buenas noches- repite Criss, haciendo el mismo gesto que Shey-.
- Hola- dice Sarah, dándole un abrazo a la reina-.
La primera vez que Sarah fue a Eldun y conoció a su soberana, le pareció una broma ya que Nélian aparentaba su misma edad, el hada tenía más de 70 años, pero no los aparentaba, ni en su físico ni en su actitud, ya que se comportaba de una forma u otra dependiendo de la gente con la que trataba, y cuando trataba con ellos les hacía sentir que ella no era una importantísima reina sino como una más de ellos, como una amiga. Y Sarah la trataba como tal.
Rue también se acercó y le dio otro abrazo.
- Al fin habéis venido a visitarme- dice Nélian, sentándose y haciendo un gesto para que los demás se sienten también-.
- Sí, pero la verdad es que hemos venido por un mal asunto- murmura Criss- sentimos ser portadores de malas noticias pero…, es lo que hay.
Nélian pone los ojos en blanco y mira a Sarah, adivinando por la mirada vacía de ésta el problema.
- Bueno… contadme, os escucho. Haré lo que esté en mi mano, ya lo sabéis.
Shey va a abrir la boca para empezar a hablar, pero llaman a la puerta.
- ¿Sí?- contesta Nélian- Estoy en una reunión importante.
La puerta se abre y el rostro de una mujer morena de unos 20 años aparece por la puerta, mordiéndose el labio inferior, con gesto preocupado.
- Lo siento señora, pero lo que te tengo que decir es importante- por ese te tengo que decir todos los presentes se dan cuenta de que esa chica no es ninguna sirvienta, si no alguien importante- ¿Puedo pasar?
- Claro.- dice Nélian tras ver a la persona que había tras la puerta- ¿Qué sucede?
La chica hecha una mirada cargada de significado a los desconocidos, que no pasa desapercibida para ellos.
- Oh, puedes hablar delante de ellos. Estos son los magos y la médium de los que te hablé, los que trajeron la piedra de Thalis.
La chica abre los ojos y asiente.
- Ella es Seelie- dice la reina haciendo un gesto con la mano hacia la chica-.
- Hola- dice Seelie, alzando una mano-. ¿Quién es la médium?
- Yo- dice Sarah, avanzando un paso hacia ella- Mi nombre es Sarah. Esta es Rue, mi hermana, y estos son Shey y Criss. Los tres son magos.
- Cuanto Poder hay por aquí…- dice Seelie, refiriéndose a la cantidad de personas con Poderes sobrenaturales de la sala- yo soy psíquica.
Sarah frunce el ceño, no tiene ni idea de que es ser psíquica.
- Puedo mover objetos con la mente, en resumen. Sin necesidad de pronunciar ningún hechizo.
- Exactamente- continua diciendo Nélian- Seelie es una de nuestras mensajeras más eficientes.
- Oh, gracias, pero siento traeos un mal mensaje Nélian. Discípulos de los Rakseine atacan, nos atacan Nélian, hay que preparar un ejército así como ya. Trabajan rápido, ya han invadido la costa sur de Dekú.
Nélian frunce el ceño y mueve la cabeza.
- No habrá un poco de paz nunca…- dice tocándose la sien con los dedos- Un ejército…,¿Y qué ejército mando yo? Ahora tengo a los Superiores en Saish, con todo los líos de las Piedras…, supongo que podríamos reclutar a gente, unos pocos de cada raza, ¿Cuántos son ellos, Seelie?
- - No lo se señora, pero no son muchos, supongo que cien a lo sumo, los Rakseine tienen una buena estrategia, y gente muy cualificada, pero nosotros también podemos conseguir a gente y hacer una estrategia. No tenemos que lanzarnos tampoco a la lucha de cabeza…, o quizás sí, la cosa es detener el ataque cuando antes, para que no nos ganen terreno.
- Tienes razón, necesitamos gente…- contesta Nélian, aún si n abrir los ojos-.
- Si buscan opinión- dice Criss- yo sí que lanzaría a la lucha en cuanto tuviese un ejército, en estas ocasiones ¿Qué estrategia vas a pensar?
- Como no, lanzarte a la lucha de cabeza Criss- dice Rue-.
- A mí no me parece mala idea, tiene razón, es la mejor manera de pararles los pies a los Rakseine. Mientras que el ejército lucha, podremos pensar en una estrategia que merezca la pena…
- Podemos intentarlo- dice la Reina- pero necesitamos a guerreros de verdad…

lunes, 6 de septiembre de 2010

15.

Sarah llega al porche de su casa de campo, tambaleándose (uno de los efectos secundarios del teletransporte). Rue es la primera que sale a recibirla.
- ¡Sarah!- dice cuando la ve, corriendo a darle un abrazo-.
- Hola, Rue.
Rue nota algo raro en la voz de Sarah y se separa de ella.
- ¿Qué pasa?
- ¿Te importa si entramos y se lo cuento a todos?
- Es que… Shey y Criss han bajado al pueblo a comprar.
Sarah pone los ojos en blanco y ella y Rue se sientan en el suelo del porche.
- Verás, es que hace unos días la hermana de Kesh fue a su apartamento para matarlo, porque los Rakseine la enviaron para acabar con el traidor- Rue abre la boca, pero Sarah sigue hablando- espera, déjame terminar y las preguntas me las haces luego- Rue asiente- bueno Kesh fue rápido y logramos escapar de ella, él me contó que no podíamos enfrentarnos a ella porque era…muy poderosa y moriríamos en el intento. Cuando volvimos a su casa Kesh reforzó la casa con la magia, para que Keyla no entrase. Al día siguiente salimos a comer fuera, a un restaurante, y allí nos encontramos con una chica igualita a Keyla. Para asegurarse de que no era ella Kesh la llevó a ella y a su amiga a casa para leerles la mente. Cuando le leyó la mente a la amiga de la chica que se parecía a Keyla me dijo que si yo la podía llevar a casa, él la camufló con un hechizo y yo la llevé a su casa, pero por el camino vi en una visión que Keyla iba al apartamento de Kesh para hablar con él. Keyla descubrió que Kesh en realidad- Sarah deja de hablar, tragándose las lágrimas- que él en realidad no…- vuelve a hacer el esfuerzo de no llorar, mirando al techo- que él en realidad no me quiere, que está conmigo por conveniencia, porque yo tengo mucho Poder y no se usarlo aún, aunque no sé que quiere…

Rue se levanta y abraza a su hermana, pues es inútil decir nada en estas situaciones. Pero para sorpresa de Rue Sarah se seca las lágrimas rápidamente y continúa hablando.
- No hay tiempo para ponerme así, no tengo tiempo, nada de tiempo. Le dije a Kesh que he venido aquí para coger algunas de mis cosas porque me iba a quedar más tiempo con él, así que vamos a trazar un plan, nosotras, y luego se lo contamos a ellos ¿Vale?
- Como quieras- dice Rue- pero… a mí no se me ocurre nada…
- A mí sí, al único lugar al que podemos ir y estar seguros es a Eldun, allí estaremos protegidos por la reina.
- No se… no está tan mal. De todas formas estábamos pensando en ir pronto, de visita. Y esto hay que comunicarlo a la reina, se va más allá de nuestros problemas, atrapar a los Rakseine no es nuestro deber, y no estaría de mal informar a la reina de esto.
- Vale, pues eso aremos, creo que Shey y Criss estarán de acuerdo con nosotras.
- Yo también lo creo, unas preguntas, por cierto. ¿Por qué la hermana de Kesh, Keyla, es tan peligrosa?
- Porque es maga, telépata, es una mezcla de todas las razas de Eldun, y lo peor es que todas sus características la favorecen, haciendo que pueda usar las armas más peligrosas de cada raza. Pero no pongas esa cara, no es tan peligrosa, Kesh exageró mucho, dijo a Keyla que yo era más poderosa que ella, pero de todos modos no hay que subestimarla.
- Ya, ¿Y por qué…?
- Shey y Criss, vienen.
Rue gira la cabeza y efectivamente el coche acaba de entrar en el campo. Las dos se levantan y corren a su encuentro.
- ¿! Sarah!?- dice Shey-.
- No hay tiempo para reencuentros Shey, tengo que contaros algo.
Entre Sarah y Rue cuentan a Shey y a Criss todo lo sucedido, ahora con más detalles y cuentan también sus planes al respecto.
- Te dije que ese tío era un capullo- dice Criss-.
- Ya, y tenías razón, pero ahora no hay tiempo para disculpas Criss, tenemos que pensar-.
- Por mi parte no hay nada que pensar, vámonos a Eldun antes de que ese capullo venga a buscarte.
Todas las cabezas se giran hacia Shey, que piensa.
- Bien, nos uniremos todos para que el teletransporte sea más rápido y efectivo.



- Señora, ha venido visita a la torre.
Nélian alza la cabeza hacia el mensajero, uno de los chicos que viven en la torre y se dedica a vigilar junto con otros dos la entrada y salida de quien entra y quien sale de la torre.
- ¿De quién se trata?- dice la reina dejando la flor que estaba oliendo y saliendo del jardín, hacia el chico-.
- Tres de ellos son magos, los acompaña otra mujer, dicen que es urgente, el nombre del hombre que ha hablado conmigo dice llamarse Shey.
Nélian soríe alegremente.
- Al fin se han decidido a hacerme una visita…- musita para sí- hazlos pasar, los esperaré en la sala de visitas.
El chico asiente y sale del jardín.